La verdadera batalla
Pondremos al viento de nuestro lado, a la arena,
Los caballos desde la sombra en marcha, furiosos
Por no llegar más lejos; tenemos el arma
Que blanquea el espacio, tenemos el alma
Que nace a fuerza de atravesar jadeos
Nacimos del movimiento, nuestro ademán levanta polvo
Y he aquí que nuestro paso de crispados caballos,
a los dos lados de la ruta —que esperamos sea muy larga—,
Pone de lado, de nuestro verdadero lado, los cúmulos de arena
Donde el viento se dibuja y permance mejor que un follaje,
Arena en hojas dibujadas, hojas y hojas de azares,
Nuestro destino pasa de una arena a otra, es la efímera
Huida más allá de nosotros mismos, es estar al fin
Solos sobre una gran árida planicie, sin ningún otro dios
Que aquel que brilla en nuestro sable, nuestro sable
Que no es más que el sol, que nuestra voz gritando
En acentos de sol golpeados de arena; el amargo
Desierto nos lleva más allá del final mismo,
Estamos muertos o no lo estaremos nunca,
La muerte, la vida se extiende más allá de nosotros,
Galopa desde sol hasta la nieve sin saberlo.
* * *
La vraie bataille
Nous mettrons de notre côté le vent, le sable/Les chevaux dès l’ombre en route, toujours fâchés/De ne pas aller assez loin, nous avons l’arme/blanchissant de l’espace, nous avons l’âme/Qui naît à force de traverser les souffles/Nous sommes nés du mouvement, notre geste poudroie/Et voici que notre marche de chevaux énervés,/De deux côtés de la route, que nous voulons très longue/Met de côté, de notre vrai côté, les tas de sables/Oú le vent se dessine mieux qu’en feuillage et reste,/Sable en feuilles dessinées, feuilleté de hasards,/Notre destin s’en va d’un sable à l’autre, c’est l’éphémère/Fuite devant nous-mêmes, c’est être enfin/Seuls sur un grand plateau aride, sans aucun dieu/Que celui qui luit dans notre sabre, et notre sabre/N’est rien que le soleil que nôtre voix criant/En accents de soleil frappés de sable; l’âpre/Désert nous mène au-delà de la fin même, Nous sommes morts ou ne le serons jamais/La mort, la vie au-delà de nous-mêmes s’étend,/Galope du soleil jusqu’à la neige sans le savoir.
Pondremos al viento de nuestro lado, a la arena,
Los caballos desde la sombra en marcha, furiosos
Por no llegar más lejos; tenemos el arma
Que blanquea el espacio, tenemos el alma
Que nace a fuerza de atravesar jadeos
Nacimos del movimiento, nuestro ademán levanta polvo
Y he aquí que nuestro paso de crispados caballos,
a los dos lados de la ruta —que esperamos sea muy larga—,
Pone de lado, de nuestro verdadero lado, los cúmulos de arena
Donde el viento se dibuja y permance mejor que un follaje,
Arena en hojas dibujadas, hojas y hojas de azares,
Nuestro destino pasa de una arena a otra, es la efímera
Huida más allá de nosotros mismos, es estar al fin
Solos sobre una gran árida planicie, sin ningún otro dios
Que aquel que brilla en nuestro sable, nuestro sable
Que no es más que el sol, que nuestra voz gritando
En acentos de sol golpeados de arena; el amargo
Desierto nos lleva más allá del final mismo,
Estamos muertos o no lo estaremos nunca,
La muerte, la vida se extiende más allá de nosotros,
Galopa desde sol hasta la nieve sin saberlo.
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La vraie bataille
Nous mettrons de notre côté le vent, le sable/Les chevaux dès l’ombre en route, toujours fâchés/De ne pas aller assez loin, nous avons l’arme/blanchissant de l’espace, nous avons l’âme/Qui naît à force de traverser les souffles/Nous sommes nés du mouvement, notre geste poudroie/Et voici que notre marche de chevaux énervés,/De deux côtés de la route, que nous voulons très longue/Met de côté, de notre vrai côté, les tas de sables/Oú le vent se dessine mieux qu’en feuillage et reste,/Sable en feuilles dessinées, feuilleté de hasards,/Notre destin s’en va d’un sable à l’autre, c’est l’éphémère/Fuite devant nous-mêmes, c’est être enfin/Seuls sur un grand plateau aride, sans aucun dieu/Que celui qui luit dans notre sabre, et notre sabre/N’est rien que le soleil que nôtre voix criant/En accents de soleil frappés de sable; l’âpre/Désert nous mène au-delà de la fin même, Nous sommes morts ou ne le serons jamais/La mort, la vie au-delà de nous-mêmes s’étend,/Galope du soleil jusqu’à la neige sans le savoir.