Ana, hermana mía, ¿nada ves venir?
Veo el sol que y los árboles que
y a través del hueco de las cortinas a los hombres que
y cuando voy al desván
a los pájaros que
veo al cielo que y que y que
Ana, hermana mía, no es eso lo que te pido
¿quieres acaso que lea la borra de café,
cuando hace tanto tiempo ya que no encontramos café?
¿sabes al menos que las líneas que cruzan el cielo
no son las de la mano de Dios?
2 comentarios:
me encanta el ojo acuático, cariño.
hermoso poema, también.
te extraño!
increíble.
gracias.
Vlt.
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