miércoles, 4 de noviembre de 2009

Requiem pour une enfant célèbre, 3 (Anne Talvaz)


Ana, hermana mía, ¿nada ves venir?


Veo el sol que y los árboles que

y a través del hueco de las cortinas a los hombres que

y cuando voy al desván

a los pájaros que

veo al cielo que y que y que


Ana, hermana mía, no es eso lo que te pido


¿quieres acaso que lea la borra de café,

cuando hace tanto tiempo ya que no encontramos café?

¿sabes al menos que las líneas que cruzan el cielo

no son las de la mano de Dios?

2 comentarios:

ich dijo...

me encanta el ojo acuático, cariño.
hermoso poema, también.
te extraño!

Anónimo dijo...

increíble.
gracias.


Vlt.