lunes, 6 de febrero de 2012

Del otro lado (Giannuzzi, otra vez)





Alguien ha muerto del otro lado de la pared. 
A ratos hay una voz aprisionada por un sollozo. 
Soy el vecino más próximo y me siento
un poco responsable: la culpa
encuentra siempre una oportunidad. 
En el resto del edificio
nadie parece enterado. Hablan, 
ríen, encienden televisores, devoran
toda la carne y la canción posibles. Si supieran
lo que ha ocurrido allí cerca, no alcanzaría
el pensamiento de la muerte
para alterar el ritmo cardíaco del conjunto. 
Empujarían al difunto hacia el futuro
y la indiferencia tendría sus razones: 
después de todo, nadie se muere más que otro. 

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