Vivíamos en una ciudad color vodka congelado.
La electricidad llegaba de lejos, de los pantanos,
y por las noches la casa parecía
manchada de turba y picada por mosquitos.
La ropa era incómoda y traicionaba
la cercanía del Ártico. Al final del largo pasillo
sonaba el teléfono: volvía en sí de mala gana
una vez terminada la guerra.
El billete de tres rublos exhibía mineros y aviadores.
¿Cómo podía yo saber que algún día
todo eso dejaría de existir? En la cocina,
las ollas esmaltadas infundían confianza en el mañana,
transformándose tercamente, en mis sueños,
en cascos o ejércitos marcianos. También los coches
marchaban hacia el futuro: casi todos eran negros
o grises y a veces -los taxis- marrones.
Es extraño y poco agradable pensar
que ni el metal conoce su destino, que la vida
se entregó a una apoteosis de la empresa Kodak,
con su fe en las copias y el descarte de negativos.
Cantan las aves del paraíso, aunque no tengan
ninguna rama donde posarse.
1994
La electricidad llegaba de lejos, de los pantanos,
y por las noches la casa parecía
manchada de turba y picada por mosquitos.
La ropa era incómoda y traicionaba
la cercanía del Ártico. Al final del largo pasillo
sonaba el teléfono: volvía en sí de mala gana
una vez terminada la guerra.
El billete de tres rublos exhibía mineros y aviadores.
¿Cómo podía yo saber que algún día
todo eso dejaría de existir? En la cocina,
las ollas esmaltadas infundían confianza en el mañana,
transformándose tercamente, en mis sueños,
en cascos o ejércitos marcianos. También los coches
marchaban hacia el futuro: casi todos eran negros
o grises y a veces -los taxis- marrones.
Es extraño y poco agradable pensar
que ni el metal conoce su destino, que la vida
se entregó a una apoteosis de la empresa Kodak,
con su fe en las copias y el descarte de negativos.
Cantan las aves del paraíso, aunque no tengan
ninguna rama donde posarse.
1994
A Photograph. We lived in a city tinted the color of frozen vodka./Electricity arrived from afar, from swamps, and the apartment, at evening, seemed /smudged with peat and mosquito-bitten./ Clothes were cumbersome, betraying/the proximity of the Arctic. At the corridor's farthest end /the telephone rattled, reluctantly coming back/ to its senses after the recently finished war./ The three-ruble note sported coal miners and aviators./I didn't know that someday all this would be no more./In the kitchen, enameled pots were instilling confidence in tomorrow/ by turning stubbornly, in a dream, into headgear or a Martian army. Motorcars also were/ rolling toward the future and were mostly black, gray, and sometimes -the taxis-/even light brown. It's strange and not very pleasant /to think that even metal knows not its fate/and that life has been spent for the sake of an apoteosis/of the Kodak company, with its faith in prints/ and jettisoning of the negatives./Birds of Paradise sing, despite no bouncing branches.// 1994
Joseph Brodsky. Canción de cuna y otros poemas. Traducción de Daniel Camozzi y Walter Cassara. Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2009.
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